Destacado:
- De una humilde choza a un gigante global: La historia de Chery comenzó en una fábrica de ladrillos destartalada con tan solo $43,000. Hoy, es una empresa multimillonaria que vende automóviles en más de 80 países. Esta es una historia de desafiar las probabilidades.
- El “No” que se escuchó en todo el mundo: Cuando las empresas occidentales se negaron a compartir la tecnología de los motores, el fundador de Chery declaró con valentía: “¡Lo haremos nosotros mismos!”. Este espíritu desafiante impulsó su ascenso independiente.
- Más que “Hecho en China”: Chery no solo ensambla automóviles; ha diseñado y construido el primer motor de automóvil verdaderamente independiente de China, el ACTECO, un símbolo de logro tecnológico nacional.
- Chrysler llamó a la puerta: El gigante global Chrysler buscó la experiencia de ingeniería de Chery, lo que demuestra que los fabricantes de automóviles chinos ya no son solo fabricantes de bajo costo.
- Más allá de los sueños eléctricos: Chery no solo persigue la tendencia de los vehículos eléctricos; está invirtiendo miles de millones para convertirse en una empresa tecnológica global, desarrollando soluciones de automóviles inteligentes y conectados.
- La gran apuesta de Huawei: El gigante tecnológico Huawei eligió a Chery como su socio en la carrera por la movilidad inteligente, lo que indica que Chery está a la vanguardia del futuro automotriz de China.
En el bullicioso panorama de la industria automotriz global, Chery Automobile se erige como un testimonio del notable ascenso de China como potencia manufacturera. Desde sus humildes comienzos en una fábrica de ladrillos destartalada, Chery ha emergido como un fabricante de automóviles chino líder, reconocido por su compromiso con la innovación tecnológica, una búsqueda incesante de la calidad y una creciente presencia en el escenario mundial.
Fundada en 1997 en la ciudad de Wuhu, provincia de Anhui, la historia de Chery refleja el espíritu ambicioso de una nación decidida a deshacerse de su imagen como productora de bienes de bajo costo y establecerse como creadora de productos de clase mundial. En el corazón de esta historia se encuentra Yin Tongyue, el visionario fundador de Chery, un hombre impulsado por una determinación inquebrantable de construir una marca de automóviles china que pudiera rivalizar con los gigantes globales.
Dejando atrás una prometedora carrera en uno de los fabricantes de automóviles estatales establecidos de China, Yin Tongyue regresó a su ciudad natal con un sueño y un escaso capital inicial de 300.000 yuanes (aproximadamente $43.000 USD en 1997). Reunió un equipo de apasionados ingenieros, unidos por una creencia compartida en el potencial automotriz de China. Juntos, se embarcaron en un viaje marcado por un trabajo duro incesante, una resolución de problemas ingeniosa y una negativa a ser disuadidos por desafíos aparentemente insuperables.
El ascenso de Chery ha sido nada menos que extraordinario. Hoy, la empresa cuenta con una cartera diversa de vehículos, que van desde compactos de bajo consumo de combustible hasta sofisticados SUV y vehículos eléctricos tecnológicamente avanzados. Ha establecido una sólida presencia en el mercado chino, ganándose una reputación de calidad y confiabilidad, y ha expandido su alcance a más de 80 países, convirtiéndose en un exportador líder de automóviles chinos. El éxito de Chery es un reflejo de sus valores fundamentales: independencia tecnológica, enfoque centrado en el cliente y compromiso con la mejora continua. Estos valores están profundamente arraigados en la cultura de la empresa, dando forma a sus decisiones estratégicas y guiando sus interacciones con clientes, socios y empleados por igual.
En el mercado automotriz global ferozmente competitivo, Chery no solo ha sobrevivido sino que ha prosperado, desafiando las expectativas y desafiando el orden establecido. Es una historia de ambición, innovación y determinación inquebrantable, un testimonio del poder transformador de un sueño y el esfuerzo colectivo de un grupo de personas que se atrevieron a creer que un automóvil chino algún día podría sobresalir entre los mejores del mundo.
De Humildes Comienzos al Reconocimiento Nacional: El Nacimiento de Chery
La Génesis de un Sueño
A principios de la década de 1990, Wuhu, una ciudad ubicada a orillas del río Yangtze en la provincia de Anhui, se encontraba en una encrucijada. Su tradicional dependencia de las industrias ligeras, especialmente la textil, se estaba debilitando, y los líderes de la ciudad estaban ansiosos por encontrar un nuevo motor para el crecimiento económico. La industria automotriz, con su potencial de creación de empleo y avance tecnológico, parecía un camino prometedor hacia adelante. Una pequeña fábrica administrada por una aldea en Wuhu había demostrado este potencial, logrando ingresos significativos al ensamblar automóviles a través de métodos rudimentarios, lo que provocó una visión entre los funcionarios locales: Wuhu podría convertirse en un centro de fabricación automotriz. Esta ambición se alineó perfectamente con la iniciativa del gobierno provincial para desarrollar la región de Wanjiang y crear una potencia económica que rivalizara con el éxito en auge del distrito de Pudong en Shanghái.
Las semillas de Chery se sembraron en este terreno fértil de ambición y necesidad. En 1992, con el apoyo del gobierno provincial de Anhui, se lanzó el proyecto “951”, una iniciativa de máxima prioridad destinada a establecer una base de fabricación automotriz completa en Wuhu. Sin embargo, la ciudad carecía de la experiencia y los recursos necesarios para embarcarse en una empresa tan ambiciosa.
Los “Ocho Inmortales”
La búsqueda de un líder que pudiera hacer realidad este sueño condujo a Yin Tongyue, un talentoso ingeniero que trabajaba en First Automotive Works (FAW), uno de los fabricantes de automóviles estatales más antiguos y grandes de China. Nacido en Wuhu, Yin Tongyue había ascendido en las filas de FAW, ganándose una reputación por su destreza técnica y sus habilidades de liderazgo. Fue contactado por Zhan Xialai, entonces vicealcalde de Wuhu y luego el primer presidente de Chery, con una propuesta convincente: regresar a su ciudad natal y liderar el esfuerzo para construir un automóvil verdaderamente chino.
Impulsado por un profundo sentido de patriotismo y un deseo de crear algo verdaderamente innovador, Yin Tongyue fue convencido por la apasionada súplica de Zhan: “Trabajar para extranjeros todo el tiempo no nos llevará a ningún lado”. En 1996, Yin Tongyue dejó su trabajo seguro y bien remunerado en FAW, despidiéndose de su familia y embarcándose en un viaje lleno de incertidumbre. Armado con una inversión de 300.000 yuanes del gobierno municipal de Wuhu, reunió a un pequeño equipo de ingenieros de ideas afines, los “Ocho Inmortales”, y montó su taller en una fábrica de ladrillos destartalada en las afueras de la ciudad.
El espíritu de la “pequeña choza”
Los primeros días de Chery se definieron por la dificultad y el ingenio. El equipo trabajó incansablemente en oficinas improvisadas, utilizando cualquier material que pudieran encontrar para crear estaciones de trabajo y espacios de reunión. Afrontaron los calurosos veranos y los gélidos inviernos en una instalación que ofrecía poca protección contra los elementos.
Sin embargo, este período de adversidad forjó un espíritu de resistencia, ingenio y camaradería que se convertiría en una parte integral de la identidad de Chery: el espíritu de la “pequeña choza”. Yin Tongyue, dando el ejemplo, trabajó junto a su equipo, compartiendo sus dificultades e inspirándolos con su inquebrantable fe en su misión compartida.
Primeros Triunfos y la Búsqueda de Legitimidad
A pesar de los desafíos, el progreso fue rápido. En diciembre de 1999, el equipo logró un hito significativo: el primer automóvil Chery, llamado Fengyun, salió de la línea de producción. El Fengyun, basado en la plataforma del SEAT Toledo, fue un testimonio de la determinación y la capacidad técnica del equipo. Sin embargo, aún quedaba un obstáculo importante: a Chery le faltaba la licencia de producción emitida por el gobierno que se requería para fabricar y vender automóviles legalmente en China.
Sin esta licencia, el futuro de la empresa estaba en peligro. El equipo había puesto su corazón y alma en crear el Fengyun, pero corría el riesgo de convertirse en un símbolo de potencial no realizado. Para superar este desafío, Chery exploró varias opciones, incluida la solicitud de una licencia y la búsqueda de asociaciones con fabricantes de automóviles establecidos.
Una Alianza Estratégica y una Decisión Audaz
Después de enfrentar rechazos de otros actores importantes, Chery logró una alianza estratégica con SAIC Motor, uno de los “Tres Grandes” fabricantes de automóviles de China. El acuerdo, alcanzado en 2001, otorgó a Chery la codiciada licencia de producción, pero a un costo: SAIC recibió una participación del 20% en el capital de la empresa. La asociación permitió a Chery vender sus automóviles legalmente, pero vino con restricciones significativas. SAIC impuso una cuota de producción, limitando el potencial de crecimiento de Chery, y restringió su acceso a recursos valiosos y redes de distribución.
A pesar de estas limitaciones, la alianza brindó a Chery una oportunidad crucial para establecerse en el mercado. El Fengyun, con un precio significativamente más bajo que sus competidores, ganó rápidamente terreno entre los consumidores chinos, superando la cuota de producción inicial establecida por SAIC. El éxito de Chery, sin embargo, creó fricciones con su socio, que buscaba ejercer un mayor control sobre el fabricante de automóviles en auge. Para 2003, la relación se había vuelto insostenible, lo que llevó a una decisión mutua de separarse. SAIC renunció a su participación en el capital, y Chery quedó libre para trazar su propio rumbo, armada con una valiosa experiencia, una creciente base de clientes y una feroz determinación de lograr sus ambiciones en sus propios términos.
El Ascenso de Chery: Una Década de Crecimiento e Innovación
El Motor del Éxito
Liberada de las restricciones de su asociación con SAIC, Chery se embarcó en un período de rápido crecimiento e innovación. Central para este éxito estaba el compromiso inquebrantable de Yin Tongyue con la independencia tecnológica. Él entendía que para competir realmente en el escenario global, Chery necesitaba desarrollar sus propias tecnologías centrales, en lugar de depender de socios extranjeros. Esta convicción era evidente en la decisión temprana de la empresa de adquirir una línea de producción de motores Ford de segunda mano del Reino Unido por una suma considerable de casi $30 millones. Si bien el plan inicial era depender de la experiencia extranjera para la instalación y la puesta en marcha, el proyecto enfrentó retrasos significativos debido a la actitud negligente de los ingenieros británicos.
Frustrado por el lento progreso y sintiendo que se escapaba una ventana crítica de oportunidad, Yin Tongyue tomó una decisión audaz y arriesgada: despidió a los expertos extranjeros y encargó a los ingenieros de Chery que completaran el proyecto. Fue una apuesta arriesgada, pero que finalmente dio sus frutos. Después de más de 500 días de esfuerzo incesante, la línea de producción de motores estaba en funcionamiento, marcando un punto de inflexión en la historia de Chery. La exitosa finalización de este proyecto infundió un sentido de confianza y autosuficiencia dentro de la empresa, demostrando que los ingenieros de Chery eran capaces de dominar tecnologías complejas. Este espíritu de “hacerlo nosotros mismos” se convirtió en una característica definitoria de la cultura de Chery, impulsando su búsqueda de innovación y su determinación de liberarse de la dependencia tecnológica.
ACTECO: Impulsando los Sueños Automotrices de una Nación
La exitosa puesta en marcha de la línea de producción de motores allanó el camino para que Chery desarrollara su propia serie de motores patentados, un logro histórico que consolidaría su posición como un actor serio en la industria automotriz. Nombrada ACTECO, esta serie de motores representaba la culminación de años de investigación, desarrollo y una profunda comprensión de las necesidades del mercado chino.
El primer motor ACTECO, lanzado en 2005, fue un testimonio de la creciente destreza tecnológica de Chery. Fue el primer motor de automóvil verdaderamente desarrollado de forma independiente en China, un símbolo de orgullo nacional y un testimonio del compromiso de la empresa con la innovación. La serie ACTECO seguiría impulsando una gama de vehículos Chery, convirtiéndose en sinónimo de confiabilidad, eficiencia de combustible y rendimiento. Este éxito no fue solo un triunfo tecnológico, sino también cultural, demostrando que los ingenieros chinos eran capaces de desarrollar motores de clase mundial, desafiando percepciones arraigadas y estableciendo un nuevo estándar para la industria automotriz nacional.
Del Éxito Nacional a las Ambiciones Globales
Si bien Chery estaba avanzando en la tecnología de motores, también estaba expandiendo su cartera de vehículos, cautivando los corazones de los consumidores chinos con automóviles asequibles, elegantes y prácticos. El Chery QQ, un automóvil urbano compacto lanzado en 2003, se convirtió en una sensación instantánea, ganándose el apodo de “el automóvil del pueblo” por su asequibilidad y atractivo juvenil. El éxito del QQ consolidó la posición de Chery como líder en el mercado chino, demostrando su capacidad para satisfacer las necesidades de una base de consumidores en rápido crecimiento.
A medida que el éxito nacional de Chery creció, también lo hicieron sus ambiciones globales. La primera incursión de la empresa en los mercados internacionales se produjo en 2001 con la exportación de 10 sedanes Fengyun a Siria, un acuerdo alcanzado a través de un encuentro casual en una calle de Shanghái. Esta transacción aparentemente insignificante marcó el comienzo del viaje de Chery para convertirse en una marca global, un viaje impulsado por el deseo de mostrar la ingeniería china en el escenario mundial.
Una Asociación con Gigantes Globales
La reputación de Chery por su calidad e innovación atrajo la atención de los gigantes automotrices globales, lo que llevó a una asociación significativa con Chrysler en 2007. La colaboración, centrada en el desarrollo de automóviles pequeños para los mercados de América del Norte y Europa, fue un testimonio de las crecientes capacidades tecnológicas de Chery. Chery fue responsable del diseño y la ingeniería de los vehículos, mientras que Chrysler proporcionaría su reconocimiento de marca y red de distribución.
Sin embargo, esta asociación fue efímera. La crisis financiera de 2008 tuvo un impacto profundo en la industria automotriz global, obligando a Chrysler a someterse a una importante reestructuración. La colaboración con Chery finalmente se consideró no esencial y se terminó en 2009.
A pesar de su abrupto final, la asociación con Chrysler sirvió como una valiosa experiencia de aprendizaje para Chery. Exponía a la empresa a las rigurosas exigencias del mercado global, brindando información sobre los estándares internacionales y las mejores prácticas. Más importante aún, reforzó la confianza de Chery en sus propias capacidades y fortaleció su determinación de lograr sus ambiciones globales a través del desarrollo independiente. La experiencia con Chrysler sirvió como un punto de inflexión, marcando el final de la dependencia de Chery en socios extranjeros y el comienzo de un nuevo capítulo centrado en construir una marca verdaderamente global en sus propios términos.
Navegando los Desafíos y Redefiniendo las Estrategias: La Transformación de Chery
Un Período de Reflexión y Cambio Estratégico
Cuando Chery entró en la década de 2010, la empresa se encontró en una coyuntura crítica. Si bien su éxito temprano la había impulsado a la vanguardia de la floreciente industria automotriz de China, mantener este impulso en un panorama cada vez más competitivo presentó nuevos desafíos. La terminación de la asociación con Chrysler, junto con un mercado interno que maduró y el surgimiento de nuevos rivales, obligó a Chery a participar en un período de profunda reflexión y reevaluación estratégica.
Uno de los desafíos más apremiantes era la cartera de marcas fragmentada de la empresa. En su búsqueda de crecimiento, Chery había adoptado una estrategia de múltiples marcas, lanzando sub-marcas como Riich para vehículos de lujo y Rely para vehículos comerciales. Sin embargo, este enfoque extendió los recursos de la empresa, diluyó su identidad de marca y obstaculizó su capacidad para establecer una posición de mercado clara y coherente.
Reconociendo la necesidad de un enfoque más específico, Chery se embarcó en una importante reestructuración en 2013. La empresa abandonó su estrategia de múltiples marcas, consolidando sus operaciones bajo el lema “One Chery”. Este cambio estratégico señaló un compromiso con la racionalización de su cartera de productos, la concentración de recursos en sus fortalezas principales y la construcción de una imagen de marca más fuerte y unificada.
Este período de transformación también marcó un enfoque renovado en la calidad y el avance tecnológico. Chery reconoció que para competir eficazmente en un mercado más exigente, necesitaba elevar sus estándares en todos los ámbitos. La empresa invirtió fuertemente en investigación y desarrollo, actualizando sus instalaciones de fabricación e implementando medidas de control de calidad más estrictas. Esta dedicación a la mejora fue evidente en el lanzamiento de nuevos modelos como las series Arrizo y Tiggo, que presentaban diseños más refinados, un rendimiento mejorado y funciones de seguridad mejoradas.
La Búsqueda de la Prima: Una Historia de Pruebas y Tribulaciones
A pesar de su éxito en el mercado masivo, Chery albergaba ambiciones de ascender en el mercado y competir en el segmento premium, un ámbito lucrativo pero altamente competitivo dominado por marcas internacionales establecidas. Sin embargo, esta búsqueda de la prima resultó ser una empresa desafiante, marcada por una serie de pruebas y tribulaciones.
La primera incursión de Chery en el segmento premium fue el lanzamiento de la marca Riich en 2009. Posicionada como una marca de lujo, Riich tenía como objetivo rivalizar con marcas como Audi y BMW, ofreciendo una gama de sedanes y SUV con diseños sofisticados y características avanzadas. Sin embargo, la marca no logró conectar con los consumidores chinos, que se mantuvieron escépticos sobre una oferta premium de un fabricante de automóviles nacional relativamente joven. Riich se descontinuó silenciosamente en 2012, después de no lograr un volumen de ventas significativo.
Sin inmutarse por este revés, Chery intentó otra incursión en el segmento premium con Qoros, una empresa conjunta establecida en 2007 con Israel Corporation. Qoros tenía como objetivo dirigirse a consumidores globales exigentes con vehículos de alta calidad y tecnológicamente avanzados, diseñados e ingenierizados para cumplir con los estándares internacionales. La marca obtuvo elogios de la crítica por su seguridad, rendimiento y diseño, incluso obteniendo las mejores calificaciones en las pruebas de choque europeas.
Sin embargo, a pesar de su impresionante oferta de productos, Qoros luchó por ganar terreno en el mercado. Su precio relativamente alto, junto con la falta de reconocimiento de marca y una red de concesionarios limitada, obstaculizaron las ventas. En 2017, Chery vendió su participación en Qoros a Baoneng Group, un conglomerado chino, marcando el final de otro intento ambicioso pero en última instancia infructuoso de romper el segmento premium.
Estas experiencias brindaron valiosas lecciones para Chery. Resaltaron los desafíos de construir una marca premium en un mercado dominado por actores establecidos con fuertes reputaciones y una amplia lealtad de los clientes. También subrayaron la importancia de la construcción de marca, un esfuerzo a largo plazo que requiere una inversión constante, marketing estratégico y una profunda comprensión de las percepciones de los consumidores.
Exeed: Un Empujón Renovado para la Prima
A pesar de sus anteriores contratiempos, Chery se mantuvo decidida a establecer una presencia exitosa en el segmento premium. En 2019, la empresa lanzó Exeed, una nueva marca diseñada para atraer a los consumidores chinos más exigentes con gustos sofisticados y un deseo de vehículos de alta calidad y tecnológicamente avanzados.
Exeed representa la culminación de las lecciones aprendidas de las anteriores aventuras premium de Chery. La marca cuenta con una identidad distintiva, con un enfoque en el diseño moderno, la tecnología avanzada y una experiencia de cliente premium. Su cartera de productos incluye una gama de SUV y crossovers, que presentan un estilo elegante, interiores lujosos y características de vanguardia como sistemas avanzados de asistencia al conductor e infoentretenimiento sofisticado.
Exeed enfrenta una fuerte competencia tanto de marcas internacionales establecidas como de un creciente número de ambiciosos rivales nacionales. Sin embargo, Chery confía en que Exeed tiene el potencial de triunfar. La marca aprovecha la amplia experiencia de Chery en ingeniería automotriz, su historial probado de calidad y confiabilidad, y su profundo conocimiento del mercado chino.
Además, Exeed se beneficia de las asociaciones estratégicas de Chery con proveedores de tecnología líderes como Huawei, que está ayudando a la marca a mejorar sus ofertas en áreas como las cabinas inteligentes, la conducción autónoma y las tecnologías de vehículos conectados. El éxito de Exeed dependerá de su capacidad para comunicar eficazmente su propuesta de marca a los clientes objetivo, construir una sólida red de concesionarios y brindar una experiencia premium constante que la distinga de la competencia.
La búsqueda de Chery del segmento premium es un testimonio de su ambición y su compromiso con la innovación constante. La empresa ha aprendido de sus experiencias pasadas, refinando sus estrategias y adaptándose a las cambiantes demandas del mercado chino. Exeed representa un impulso renovado para la prima, una audaz empresa que podría redefinir la posición de Chery en la industria automotriz global.
Chery en la Era de la Electrificación y los Vehículos Inteligentes: Un Nuevo Capítulo
Abrazando el Futuro de la Movilidad
A medida que la industria automotriz global se somete a una profunda transformación impulsada por la electrificación y las tecnologías de vehículos inteligentes, Chery ha abrazado este cambio con una ambición característica y un compromiso de dar forma al futuro de la movilidad. Reconociendo la inevitable transición de los motores tradicionales de combustión interna, la empresa ha realizado inversiones significativas en nuevas tecnologías energéticas, desarrollando una estrategia integral para posicionarse como líder en la era de los vehículos eléctricos e inteligentes.
El compromiso de Chery con la electrificación es evidente en el desarrollo de plataformas EV dedicadas, diseñadas específicamente para vehículos eléctricos. Estas plataformas ofrecen varias ventajas sobre la conversión de plataformas existentes de gasolina, incluida la distribución de peso optimizada, la mayor capacidad de la batería y el espacio interior mejorado. Este enfoque permite a Chery crear vehículos eléctricos que no solo son eficientes y prácticos, sino que también ofrecen una experiencia de conducción superior.
La empresa también ha invertido fuertemente en tecnología de baterías, colaborando con los principales fabricantes de baterías para asegurar un suministro estable de baterías de alta calidad y alto rendimiento. El enfoque de Chery en la tecnología de baterías se extiende más allá de simplemente obtener componentes; la empresa participa activamente en esfuerzos de investigación y desarrollo destinados a mejorar el alcance de la batería, la velocidad de carga y la vida útil general.
Además, Chery está explorando soluciones de energía alternativas como la tecnología de celdas de combustible de hidrógeno, reconociendo el potencial de esta tecnología para complementar los vehículos eléctricos de baterías en aplicaciones específicas, particularmente en el transporte de larga distancia.
“Yaoguang 2025”: Una Audaz Visión para el Futuro
El compromiso de Chery con el futuro de la movilidad está encapsulado en su estrategia “Yaoguang 2025”, un plan audaz y ambicioso que describe la hoja de ruta de la empresa para los próximos cinco años. El plan, presentado en 2021, exige una inversión masiva de más de 100 mil millones de yuanes (aproximadamente $14 mil millones de USD) en investigación y desarrollo, centrándose en áreas como las nuevas tecnologías energéticas, la conectividad inteligente, la conducción autónoma y los procesos de fabricación avanzados.
Este ambicioso plan no se trata simplemente de desarrollar nuevas tecnologías; se trata de transformar Chery en una empresa tecnológica global. Para lograr este objetivo, la empresa está reclutando activamente los mejores talentos de todo el mundo, creando una fuerza laboral capaz de impulsar la innovación y superar los límites de la tecnología automotriz. Esto incluye atraer ingenieros altamente calificados, desarrolladores de software y científicos de datos, reconociendo que el futuro de la movilidad estará impulsado por el software y la inteligencia artificial tanto como por el hardware.